miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Qué es el índice de masa corporal (IMC)?

El índice de masa corporal (IMC) es un valor que determina, en base al peso y estatura de una persona, el rango más saludable de peso que puede tener. Esta constante se está calculando desde principios del año 1980. Para interpretar correctamente este resultado debemos tener en cuenta los siguientes inteérvalos:
  • Un resultado comprendido entre 18 y 25 está catalogado como saludable.
  • Un IMC por debajo de 18,5 indica delgadez, malnutrición o algún problema de salud
  • Un IMC superior a 25 indica sobrepeso.
  • Un IMC de 30 indica obesidad leve, y por encima de 40 hay obesidad mórbida que puede requerir una operación quirúrgica.
Estos rangos son aplicables a personas adultas, entre 25 y 34 años, y aumentan en un punto por cada diez años por encima de 25. De esta manera, un IMC de 28 es normal para personas de 55-65 años.

Diez beneficios del ejercicio


Treinta minutos por día son suficientes para prevenir algunas enfermedades, calmar el dolor y aumentar la autoestima. Así lo recomiendan los expertos en cardiología, que aseguran que con media hora diaria de ejercicio cardiovascular se obtienen importantes beneficios para la salud. Si la idea es bajar de peso, habrá que duplicar el tiempo y aumentar a 60 minutos. Además de ayudar a bajar de peso, el ejercicio mejora el estado físico, mental y emocional. A continuación, diez razones para hacer ejercicio: 
  1. Te ayuda a mantener un peso saludable, pues quemas calorías y grasa.
  2. Aumenta tu nivel de energía. Aunque te parezca extraño, el ejercicio te da más energía para que seas más eficiente en tus labores.
  3. Te pone de buen humor.
  4. Aumenta tu autoestima. Esto sucede como consecuencia de verte y sentirte cada día mejor.
  5. Alivia el dolor. Al realizar ejercicio, tu cuerpo secreta endorfinas y estas sustancias disminuyen la intensidad del dolor.
  6. Te ayuda a dormir
  7. Disminuye tu estrés.
  8. Aumenta tu flexibilidad. Esto es importante para prevenir que te lastimes las articulaciones.
  9. Te ayuda a aumentar la fuerza de tus músculos.
  10. Previene enfermedades como: osteoporosis, diabetes, hipertensión, infarto del corazón y obesidad. 
Para obtener mayores beneficios del ejercicio y evitar lesiones, te recomendamos consultar con tu médico para que te ayude a elegir la rutina que más se adapte a tus necesidades. Lo ideal es combinar el ejercicio cardiovascular (caminar, correr, nadar, ir en bicicleta) con ejercicios de flexibilidad (pilates, yoga, estiramientos) y ejercicios de fuerza (pesas).

lunes, 11 de julio de 2011

Niños: enseñarles hábitos saludables a sus hijos

Parte de su responsabilidad como padre es enseñarle a sus hijos cómo llevar una vida sana. El mejor momento para comenzar a enseñar estas lecciones a los hijos es cuando son pequeños, antes de que las opciones no saludables se conviertan en malos hábitos para toda la vida. Cuando usted quiere enseñarles a sus niños hábitos saludables es importante practicar lo que predica. Decirles solamente a los niños qué deben hacer no necesariamente funciona: ellos también necesitan ver que sus padres eligen comportamientos saludables.

Las siguientes son algunas maneras de ayudar a sus niños a evitar hábitos malos para la salud.
Mala nutrición y falta de actividad física
Los niños en los EE. UU. están aumentando de peso más que nunca. Comen demasiadas comidas con un alto contenido en grasa y azúcar y pasan menos tiempo realizando actividades físicas. Los problemas de peso que se desarrollan durante la niñez pueden conducir a enfermedades relacionadas con el peso tales como cáncer, enfermedad del corazón, presión arterial (sanguínea) alta y diabetes.
¿Qué puedo hacer?
  • Preste cuidado al tipo de alimentos que usted compra. Limite la cantidad de "comida chatarra" que sus niños comen. Tenga una buena cantidad de frutas y vegetales frescos disponibles. Esté al tanto de que incluso las comidas con un contenido bajo en grasa pueden incluir ingredientes no deseables tales como azúcar añadida.
  • Sirva una variedad de comidas saludables y use tamaños de porciones adecuadas. Use el rótulo de información nutricional que está en el paquete para determinar cuál es la porción para un alimento en particular.
  • Aliente a su hijo a beber mucha agua o leche en vez de jugos de fruta, bebidas de fruta, refrescos carbonatados, bebidas para deportistas, bebidas que proporcionan energía, leche endulzada o con sabores especiales o té helado endulzado.
  • Limite la cantidad de tiempo que sus hijos pasan mirando televisión, usando la computadora o jugando juegos de vídeo a un máximo de dos (2) horas por día. En cambio, fomente la actividad física, tal como un deporte que su niño disfrute.
  • Siéntense a comer y a tomar bocadillos ("snacks") juntos, en familia, en la mesa en vez de hacerlo frente al televisor.
  • Haga de la actividad física parte de su rutina familiar. Salga a caminar, visite la alberca (piscina) de su comunidad o salga a montar en bicicleta con ellos. Estimule a sus hijos a participar en actividades extracurriculares. Los deportes en equipo y las artes marciales si bien son útiles para el crecimiento y el desarrollo de la autoestima, no proporcionan suficiente actividad aeróbica como para perder peso, por lo tanto, encuentre otras actividades para agregarles durante el día.
Tabaco, alcohol y otras drogas
Los niños pueden sentir curiosidad por las drogas a una edad temprana. De hecho, muchos niños ya han probado el alcohol y la marihuana en el momento cuando entran al sexto o séptimo grado. Algunos estudios han demostrado que mientras más pronto les comience a hablar a sus niños acerca de los peligros de usar tabaco, de tomar alcohol y de consumir otras drogas, más probable será que ellos los eviten.
¿Qué puedo hacer?
  • Hágales saber claramente a sus hijos que no tienen permiso para fumar, mascar tabaco, tomar alcohol ni consumir drogas. Establezca consecuencias claras si estas reglas se rompen.
  • Explíqueles por qué esas substancias son perjudiciales. Estimúlelos a hacer preguntas. Una historia de la vida real puede hacer que su hijo preste atención de manera más efectiva que los hechos y las estadísticas. Déles ejemplos de la vida real de personas que han experimentado las consecuencias negativas del uso de alcohol, tabaco u otras drogas.
  • Hábleles a sus hijos acerca de la presión por ser aceptado. Jugando a simular situaciones los puede preparar para decir 'no' si les ofrecen cigarrillos, otros productos derivados del tabaco que no se fuman, alcohol u otras drogas.
  • Conozca los amigos de sus hijos y los padres de ellos. Siempre pregúnteles a sus hijos adónde van, qué van a hacer, quiénes estarán allí, cuándo van a regresar y cómo ponerse en contacto con ellos. Haga que los otros padres conozcan las reglas que usted espera que sus hijos cumplan.
  • Sea un buen ejemplo. Fíjese cómo su comportamiento puede afectar a sus hijos. Por ejemplo, cuando ellos lo ven usando tabaco esto les puede conferir el mensaje de que está bien que ellos usen tabaco también.
Comportamiento sexual peligroso
Cada año, aproximadamente un millón de niñas adolescentes quedarán embarazadas. Tres millones de adolescentes contraerán una enfermedad transmitida sexualmente, ETS. A pesar de que le pueda parecer vergonzoso, usted necesita hablar con sus hijos sobre los riesgos y responsabilidades que conlleva el estar sexualmente activo. No dependa simplemente de la educación sexual que se les enseña en los colegios. Usted juega un papel importante a la hora de ayudar a que sus niños comprendan el sexo en términos de amor, intimidad y respeto, al igual que de enseñarles cómo protegerse para evitar un embarazo y enfermedades.
¿Qué puedo hacer?
  • Déles información apropiada de acuerdo con la edad. Una buena regla básica para usar con niños pequeños es contestar las preguntas acerca de sexo cuando ellos las hacen. Con un niño mayor usted puede hablar acerca de las ETS y otros riesgos asociados con estar activo sexualmente y cómo disminuir esos riesgos. Es importante hablar acerca de esto incluso si usted espera que sus hijos no estén activos sexualmente.
  • Sea honesto con sus hijos acerca de los valores, opiniones y expectativas de su familia con respecto al sexo. Es probable que usted quiera solicitar la ayuda de su médico de familia para hablarles a sus hijos. Él o ella puede también proporcionarle a usted información y datos para que comparta con sus hijos.
  • Piense en los mensajes sexuales que sus hijos están recibiendo en el colegio, en la televisión o en las películas. Hable con sus hijos acerca de estos mensajes y estimúlelos a hacer preguntas.
  • Sea razonable. Si sus hijos sienten miedo de cómo usted va a reaccionar, será menos probable que hablen con usted cuando se estén sintiendo presionados, cuando tengan dudas o cuando estén preocupados con respecto a asuntos relacionados con el sexo.